La micropigmentación está contraindicada en pacientes con enfermedades infecciosas o cutáneas. Tampoco se aconseja en casos en los que la paciente tiene fiebre o malestar.
Los resultados son inmediatos pero no permanentes. Tras el tratamiento pueden aparecer rojeces e inflamaciones.
Se implanta pigmentos bajo la piel que se quedan temporalmente en nuestro cuerpo. Debido a las irregularidades que presenta la dermis, suele ser necesario retocar el pigmento al cabo de 1 o 2 meses. Como no es un tratamiento permanente, el paciente deberá repetirlo cuando note que el pigmento se va borrando.
La paciente no podrá maquillarse durante 7 días ni exponerse a la luz solar. Tampoco podrá bañarse en piscinas o playas. Igualmente, el profesional le recomendará que evite zonas excesivamente calurosas y que durante ese tiempo no se someta a tratamientos de belleza o depilación láser. Asimismo, el paciente tendrá que hidratarse la zona tratada con la pomada prescrita por el médico. Es normal que durante la primera semana el color sea más oscuro debido a una hiperpigmentación, que desaparecerá pasado ese tiempo.
La micropigmentación está contraindicada en pacientes con enfermedades infecciosas o cutáneas. Tampoco se aconseja en casos en los que la paciente tiene fiebre o malestar.